Eran las 6 de la tarde, el telón del Teatro Principal aún no abría y ya se escuchaban las primeras notas musicales del compositor alemán, Johann Sebastian Bach, interpretadas por algunos músicos pertenecientes a la Orquesta Sinfónica de la Universidad de Guanajuato; el público permanecía atento en medio de la oscuridad del teatro, de pronto el telón comenzó a abrirse y al frente se vislumbraban 6 bailarines sentados a contraluz viendo a los músicos tocar, así saba inicio la presentación de Bach, proyecto de danza.
En cuanto terminó la primera pieza musical, las luces iluminaron todo el escenario, los bailarines se levantaron y comenzaron a danzar al ritmo de la música, cada uno lucía de un color diferente, amarillo, rojo, azul, verde, rosa y morado. Por momentos vimos a las 5 bailarinas y un bailarín adueñarse del escenario, en otros, era sólo una o dos, pero siempre en armonía con la música. Así, durante los 50 minutos que duró la obra, pasamos por distintas emociones de la mano de los músicos y bailarines, una muestra artística excepcional.
Este espectáculo fue el resultado del trabajo conjunto entre el Instituto Estatal de la Cultura de Guanajuato y coreógrafos de la Compañía de Danza de Paul Taylor, una de las agrupaciones referentes de la danza moderna en Estados Unidos, siendo la dirección artística y coreografía a cargo de Francisco Graciano.
A partir del legado dancístico de Paul Taylor, fallecido en 2018, y de la música del gran compositor alemán Johann Sebastian Bach, los bailarines guanajuatenses Estíbaliz Córdova, Carlos Delgado, Paola González Garza, Dayana Márquez, Ana Janett Tovar y Pryska Vargas, realizaron “un trabajo de entrenamiento y montaje cuyo resultado fue una coreografía que tiende puentes desde el esplendor musical del barroco hacia los lenguajes coreográficos contemporáneos”, simplemente una belleza de presentación la que vivió el público este martes 25 de octubre en el 50 Festival Internacional Cervantino.
