Si bien es cierto que hablamos de todo un poco en nuestra edición de julio con el maestro Roberto Beltrán-Zavala, Director de la OSUG, no queremos dejar de compartir algunos otros aspectos importantísimos en el quehacer de la Orquesta.
“A un director lo contratan no nadamás por lo que él como artista tiene que ofrecerle a la orquesta y por la perspectiva de crecimiento artístico, también tiene un impacto en su posicionamiento y su entorno”.
Sin duda parte fundamental del continuo crecimiento de la OSUG es gracias a las gestiones y la proyección de cara a nivel mundial que el titular actual ha brindado, sus participaciones y giras anuales a lo largo y ancho de Europa, su continua comunicación con su equipo de trabajo y la pasión que imprime en cada proyecto lo avalan.
“Cuando hicimos Tosca vino bastante gente del interior de la república, eso habla bien de la posición que tiene la OSUG en el país, que siempre la ha tenido , no la inventé yo, la Orquesta va a cumplir 70 años y es una de las más importantes de México, lo único que a uno le toca es tratar de procurar que eso crezca y que se fortalezca y que se transforme, porque el tiempo cambia, el público cambia, todo cambia y hay que reconfigurarla… que constantemente se comunique con su público y su entorno” añadió.
Otro de los aspectos importantes de este crecimiento y amalgamiento entre sus integrantes es gracias, de acuerdo a Beltrán-Zavala, a la mezcla de músicos con años de experiencia y la juventud que ahora ocupa muchos de los lugares de la Orquesta.
“Yo estoy muy contento de ver que la gran mayoría de las posiciones, sino es que todas de hecho, que se han ganado por audición resulta ser que es gente súper jovencita y está bien; ahora, la orquesta necesita tener estos “guardianes” de su propia cultura de sonido, de su propia cultura interpretativa, no todas las orquestas perciben a todos los compositores igual. El sonido es algo muy personal que hay que cuidar, que hay que entrenar y eso los jóvenes lo entienden de los músicos que llevan muchos años”.
OSUG en el Parque Bicentenario
Como parte de las conmemoraciones de los 200 años de la Consumación de la Independencia de México y en agradecimiento al sector salud el pasado 25 junio la OSUG regresó al escenario luego de un año y meses de detener sus conciertos presenciales.
La potencia en su conjunto enmarcado con la fuerza y profesionalismo de su director hicieron de la tarde noche una muy especial.
Y aunque fue un concierto que no se abrió al público en general, los que tuvimos la oportunidad de vibrarla agradecemos el esfuerzo y el tesón con que llevaron a cabo dicho evento.
Se disfrutó, entre otras, de la Obertura 1892 de Tchaikovsky y para cerrar el Huapango de José Pablo Moncayo.
Y aunque el evento se transmitió por TV4 y sabemos que la OSUG continuará sus actividades de manera virtual esperamos que muy pronto nuestro hermoso Teatro Juárez albergue a nuestra Orquesta y a su público, ¡larga vida a la OSUG!
