La cantante oaxaqueña Lila Downs presentó un maravilloso espectáculo en el Festival Internacional Cervantino y celebró por todo lo alto con turistas y locales los primeros 50 años de la fiesta del espíritu.
El escenario perfecto para darle la bienvenida a una de las mayores exponentes de nuestra cultura mexicana a través de la música fue la Alhóndiga de Granaditas. En su llegada a Guanajuato brindó una rueda de prensa donde platicó estar muy contenta con sus proyectos y agradeció la invitación del comité organizador del FIC .
Al anochecer Lila apareció al centro del recinto ataviada con un huipil colorido, con rosas blancas en su cabello y cantando “Yo ya me voy” canción cardenche que dio cuenta de su intensa voz. Fue el preámbulo de una velada mística y gloriosa.
El paseo por los sones zapotecos y sus grandes éxitos como “La Cumbia del Mole”, “Zapata”, “Tiembla”, “Sandunga”, “La vida no vale nada” y rendir un pequeño homenaje a Guanajuato interpretando composiciones de José Alfredo Jiménez como “Vámonos” y “En el último trago” acompañada por el mariachi femenil de Tecalitlán, fue una demostración de su amor por México.
Lila, quien también interpreta melodías en diversas lenguas indígenas como mixteco y zapoteco, maya, purépecha y náhuatl regaló piezas inolvdables junto con el cuarteto Barro Negro y sus músicos que siempre la acompañan.
Tras hora y media de concierto la también compositora y antropologa se despidió de sus seguidores y el público en general con “Mezcalito” que puso a bailar a todos los asistentes al concierto. Ante los gritos de otra, otra la canción ausente y que todos esperaban fue “La Llorona” que mencionó en su speech pero no cantó.
Sin duda una noche para recordar en estas celebraciones del FIC 2022 Aquí en Guanajuato